El Ford Capri MK III, producido entre 1978 y 1986, es un coche que ha alcanzado el estatus de icono tanto en el mundo del automóvil como entre los entusiastas. A menudo considerado como la mejor evolución de la línea Capri, el Capri MK III se presentó como un coupé deportivo que se distinguía por sus líneas limpias y sus potentes motores. Este coche encarnó una época en la que el placer de conducir y el estilo eran primordiales, y ha conseguido una base de fieles seguidores a lo largo de los años.
El Ford Capri MK III se presentó como una evolución del anterior Capri MK II, con algunas notables mejoras visuales y técnicas. El diseño del MK III presentaba un perfil más bajo y ancho, una parrilla más agresiva y la adición de alerones para darle un aspecto más deportivo. En el interior, el Capri ofrecía un cómodo habitáculo con asientos deportivos y un salpicadero orientado al conductor, lo que contribuía a la experiencia global de conducción.
Bajo el capó, el Capri MK III ofrecía varias opciones de motor, desde un cuatro cilindros de 1,3 litros hasta un potente V6 de 3,0 litros. Estos motores garantizaban que el Capri pudiera satisfacer diferentes estilos de conducción y preferencias, desde la conducción económica en ciudad hasta el placer de conducir con altas prestaciones. Los motores más populares entre los entusiastas solían ser el V6 de 2,8 litros con inyección de combustible, que ofrecía un excelente equilibrio entre potencia y fiabilidad, y el más raro V6 Essex de 3,0 litros, conocido por su potencia bruta y sus impresionantes prestaciones.
En carretera, el Ford Capri MK III ofrecía una experiencia de conducción tan dinámica como confortable. La suspensión delantera con amortiguadores MacPherson y la trasera con eje rígido y ballestas proporcionaban un comportamiento estable y una conducción suave. Esto hacía que el Capri fuera adecuado no sólo para carreteras sinuosas, sino también para largos viajes por autopista. La precisión de la dirección y la potencia de los motores convertían cada trayecto en un placer.
Además de por sus prestaciones, el Ford Capri MK III también era conocido por su versatilidad. Su espacioso interior y su gran maletero lo convertían en una opción práctica para el uso diario, mientras que sus características deportivas y su diseño icónico lo convertían en una opción popular entre los entusiastas y coleccionistas de coches. El Capri era un coche que ofrecía tanto estilo como funcionalidad, lo que lo hacía único en su clase.
La producción del Ford Capri MK III finalizó en 1986, pero el legado de este icónico coche sigue vivo. Muchos ejemplares se han conservado y son apreciados por coleccionistas de todo el mundo. El Capri MK III se ve a menudo en salones del automóvil y concentraciones, donde despierta la admiración tanto de las viejas como de las nuevas generaciones de entusiastas del automóvil. Su combinación de diseño atemporal, potentes prestaciones y experiencias de conducción inolvidables garantiza que el Ford Capri MK III tenga un impacto duradero en la historia del automóvil.
Hoy en día, el Ford Capri MK III sigue siendo un símbolo de una época pasada en la industria del automóvil, en la que el placer de conducir y el estilo personal eran factores clave para los compradores de coches. Tanto si se trata de un ejemplar meticulosamente restaurado como de un original hallazgo de granero, el Capri MK III sigue siendo una fuente de inspiración y nostalgia para cualquiera que tenga la oportunidad de experimentarlo de cerca.
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